Un suelo degradado hace que sea más complicado cultivar y producir alimento en él. Requiere más fertilizantes químicos, más agua y un proceso más caro que al final termina por dejar la tierra totalmente infértil y genera más contaminación.

¡Compostaje con urgencia!

Es aquí donde el compostaje se convierte en una necesidad más que en una opción; y una necesidad urgente. Compostar es, en resumen, convertir residuos orgánicos como restos de comida, cáscaras de frutas, hojas y ramas secas, entre otros, en abono totalmente orgánico y natural llamado compost. 

Con el compost se pueden recuperar suelos degradados ya que aumenta la retención de humedad, reduce el riesgo de erosión y de evaporación del agua, regula la temperatura del suelo y lo hace más adaptable al cambio climático y fenómenos como las sequías.

Muchos beneficios

El compostaje también mejora las propiedades químicas y biológicas de la tierra al aportar macronutrientes como Nitrógeno, Fósforo y Potasio y microorganismos como bacterias y hongos que fortalecen la resistencia contra plagas sin necesidad de plaguicidas sintéticos que aumentan la degradación. 

Al final del día, con el uso del compost no solo lograremos recuperar los suelos dañados, asegurando nuestras necesidades alimenticias, sino que lograremos un mejor rendimiento, mayor productividad y menos costos, al reducir la dependencia de insumos sintéticos y  contaminantes que no producimos en Colombia. Así, el impacto del compostaje será ambiental, económico y social. 

Esta práctica la podemos hacer todos, desde una persona en su finca, un grupo de vecinos en la ciudad hasta los grandes agricultores y ganaderos. Todo es cuestión de tener ganas de aportar al cuidado de nuestro planeta. ¿Te animas?