Comunicador Social-Periodista
Hoy hablaremos un poco acerca de las cercas eléctricas. En el mundo de la ganadería, sobre todo, estas son una herramienta prácticamente indispensable para el manejo, control y seguridad del ganado.
Detrás de esto hay muchos aspectos que analizar. Al ser tantos hemos decidido resumirlos en tres aspectos básicos que debes tener en cuenta para tener una buena cerca eléctrica.
Contexto
Primero, es necesario un poco de contexto para poder estar más enfocados en lo que vamos a hablar. Todos sabemos qué es una cerca eléctrica, pero igual no sobra recordarlo.
Una cerca eléctrica, o valla eléctrica, es un sistema de seguridad para proteger o delimitar perímetros en el que un impulsor, también conocido como electrificador, emite impulsos cortos de alta tensión no mortales.
Un dato curioso es que no son un invento nuevo, tienen casi 100 años y fueron desarrolladas en Nueva Zelanda entre 1936 y 1937 por el inventor Bill Gallagher a partir de la bobina de encendido de un carro. Obviamente desde entonces se ha desarrollado muchísimo más, pero la base como tal no es una novedad.
Ahora sí, teniendo esto claro, pasemos a los 3 aspectos: Sus ventajas y beneficios, las consideraciones acerca de las cercas eléctricas y su increíble versatilidad.
Ventajas y beneficios
Uno de los principales beneficios que tienen las cercas eléctricas es que ayudan a aumentar la productividad de tu ganado mediante el control de movilidad y la mejora de la calidad y cantidad del pasto de los potreros.
Restringiendo efectivamente el pastoreo se reduce el desperdicio por pisoteo, se mejora la calidad del suelo por la concentración de las deposiciones, se permite la recuperación de los pastos, se conserva alimento para más tiempo y se posibilita aumentar la carga animal.
Son de fácil y rápida instalación y, si están certificadas con la norma RETIE, no causan daño a personas o animales.
Y lo que a todos nos gusta: reduce los costos, la mano de obra y los materiales, agregándole valor a las tierras ganaderas. Se ha comprobado que las cercas eléctricas son la opción más barata, en comparación con otras como alambres de púas, cercos vivos o empalizadas, ayudan a que el manejo de los animales sea más sencillo y a que se tenga un mejor aprovechamiento de los pastos.
Otra ventaja primordial es que controlan el acceso de animales salvajes que pueden afectar a nuestro ganado. Además, ofrecen la posibilidad de implementar programas de pastoreo como el racional Voisin, Ultra Alta Densidad o Silvopastoreo, entre otros.
Consideraciones
Para tener una buena cerca eléctrica hay que considerar varias cosas. La más básica es su funcionamiento. En este sistema, el impulsor genera pulsos de entre 4.000 y 10.000 voltios y 160 miliamperios cada segundo.
Este pulso viaja por un alambre liso y completamente aislado, que representa la parte positiva (+) del circuito, siendo el suelo la parte negativa (-). Así, cuando el animal está parado en la parte negativa y toca el alambre con su cuerpo se genera un corto totalmente inofensivo, pero bastante desagradable.
Para que este impulso pueda generarse es necesario, como ya lo hemos dicho, un impulsor. Hay muchas variedades de estos, importados y nacionales, pero el criterio para elegir el que mejor se acomode a tu necesidad lo da la capacidad energizadora, que se mide en Joules.
Todo impulsor tiene potencia en Joules almacenada y liberada, y cada Joule liberado puede electrificar 10 kilómetros de cerca.
Estos equipos pueden usar energía alterna, de 110V/220V, o energía continua, de 12V. Esta última es usada principalmente en lugares apartados donde no hay corriente alterna y se recurren a opciones más ingeniosas como celdas solares.
Hoy en día existen impulsores que usan ambos tipos de energía, diseñados para que, en caso de un corte eléctrico, la batería pueda mantener el sistema funcionado y se recargue automáticamente cuando la energía vuelva, asegurando que siempre la cerca esté electrificada.
Otra cuestión a considerar es la del sistema tierra (-), es decir el suelo, que es la parte negativa. Un suelo muy seco o sulfato en las conexiones pueden reducir la conductividad, haciendo que el impacto en el animal sea menor y la cerca no funcione adecuadamente.
Luego está el cerco. Este no siempre es igual, y su disposición cambia según el tipo de uso que se le va a dar. La ubicación de las aguas, el tipo de explotación, el número y tamaño de los potreros o la distancia de la fuente (impulsor) influyen en cuestiones como el número de cuerdas o el tipo de postes y broches.
Versatilidad
Finalmente, hay que hacer énfasis en la increíble versatilidad y adaptabilidad de las cercas eléctricas. Su principal área de influencia es en el mundo de la ganadería.Ganado de carne y leche, equinos, porcinos, búfalos, ovejas, carneros, gallinas, cabras. La cerca eléctrica es adaptable a las características propias de cada tipo de animal para lograr el mejor control y seguridad de este.
También sirven para evitar que nuestros animales domésticos se escapen. Pueden ser usadas para delimitar propiedades, proteger cultivos, controlar sitios confinados (como zoológicos), entre muchas otras.
Ya te hemos contado lo básico que necesitas saber sobre las cercas eléctricas. Si tienes cualquier duda o quieres conocer más puedes contactarte con nuestros asesores y en Durespo te daremos todo el acompañamiento necesario.
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