En defensa de la madera

Por Mateo Vargas

Comunicador Social-Periodista

Vivimos en el mundo de las imitaciones y lo sintético, todos lo sabemos; hasta las plantas son de mentiras ahora. Y la madera no ha sido ajena a este “ha sido un placer, pero ya no necesitamos de tus servicios”. Opciones como el plástico, el aglomerado e incluso pegatinas que simulan la apariencia de la madera. 

Pero digan lo que digan la madera siempre será la reina. Y este es un manifiesto en defensa de la madera.

Un elemento centenario

A lo largo de los siglos dos personajes han visto pasar la historia frente a sí: El tiempo y la madera. Cuando salimos de las cuevas la madera fue la que nos protegió del clima y con la que nuestros antepasados fundaron las bases de la arquitectura. 

Ha estado ahí desde siempre, con ella han ardido civilizaciones y con también se han construído. Ya sea como elemento decorativo o arquitectónico, pasando por ser arma y utensilio casero, ha sido ella la que nos ha acompañado en el paso de los tiempos. 

madera
Stavkirke en Noruega

Tan hermosa que es imposible de reemplazan 

La madera también está hecha a prueba de la obsolescencia programada de casi todos los productos de hoy en día. Sí, el plástico dura más, pero le damos menos valor, lo desechamos fácil y casi siempre termina contaminando en un vertedero o en el mar a los pocos años de uso. 

Mientras tanto, la madera puede durar años y años si es bien cuidada (Ver Profilan) y, una vez termina su ciclo, se descompone y vuelve al lugar de donde vino: la tierra. 

Ejemplos hay muchos: el “bosque” del techo de la Catedral de Notre-Dame en Paris -perdido en el incendio de 2018-, las Stavkirke en Noruega -Iglesias milenarias construidas completamente en madera y conservadas hasta nuestros tiempos-, o el Templo Horyu-Ji en Japón -el templo budista con los edificios en madera más antiguos del mundo que datan del siglo VII-.

Nada como lo propio

La madera ha sido el elemento constructivo por excelencia a lo largo de los siglos. Fue gracias a la madera, convertida en barcos, que los vikingos llegaron a Europa y los europeos a América.

Aún hoy, en países como Estados Unidos, las casas se construyen casi totalmente con madera. Y en Colombia, aunque pareciera que el ladrillo la desplaza, la podemos ver cotidianamente en techos, pisos, puertas, barandas, muebles, cocinas, baños, oficinas, restaurantes, bares, bibliotecas y demás. 

Y ni hablar de las fincas, casas de campo,  cabañas, kioskos o decks, donde la madera da un toque de elegancia y belleza natural inigualables o en embarcaderos y muelles, donde la fuerza y resistencia de esta es primordial.   

Y es que, aunque hoy muchos quieren reemplazarla, todavía existen los amantes de la madera, y hay cosas y lugares en los que la esta se llevará siempre el premio mayor, además de que durará mucho más y puedes restaurarla una y otra vez para que aguante muchos años más. 

Es precisamente esta facilidad para ser renovada cuando se desgasta, entre otras cosas, lo que la pone en un lugar superior. En un momento en el que el cuidado del medio ambiente se ha convertido en una necesidad urgente y una prioridad de todos nosotros, tener un material que se pueda arreglar y hacerlo ver como nuevo una y otra vez, en lugar de tirarlo y que sea biodegradable, sin duda le suma puntos extra a la madera. 

Entonces no le pongas atención a aquellos que dicen que el tiempo de la madera ya pasó. Tú sigue amándola como siempre, construye con ella, decora con ella, restáurala, rescátala y no te arrepentirás, porque siempre será la reina.  

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